En mi humilde opinión y según casos que conozco de conocidos, el precio por creerse más listo que los ingenieros de Hyundai, que han diseñado el motor y programado su rendimiento óptimo a largo plazo, al reprogramar de forma subrepticia (y sin homologar en ITV como es obligatorio, ni avisar al fabricante ni al seguro) un mapa de motor diferente al que estaba perfectamente adaptado a la mecánica, el diseño y las prestaciones y tolerancias de las piezas que conforman el motor y su estructura puede salir caro no, carísimo. No es sólo que se te pueda romper el motor en plena marcha. También están los posibles accidentes si tienes un fallo de motor en autovía o carretera.
Las bielas, la culata, el cigüeñal y el sistema de lubricación no se han diseñado para aguantar durante mucho tiempo ritmos de funcionamiento por encima de los límites establecidos por los ingenieros que han diseñado el motor. La garantía del fabricante se anula. Alguien sabe lo que es una rotura de juntas homocinéticas?, pues algo que no suele pasar a no ser que modifiques el motor. Pero si hay alguien que tiene pasta de sobra para ir cambiando o reparando motores en caso de averías por trucajes y no le importa su seguridad ni la de los suyos, pues no veo mal que reprograme su motor.
Trucar una motillo de 49cc cuando tienes 15 años tiene un pase, aunque también sus riesgos. Trucar un vehículo en el que vas con tu familia en viajes largos o desplazamientos de carretera, pues como que no lo veo, personalmente. Allá cada uno con lo que hace. De hecho, según me contaron, las casas que te hacen la reprogramación se lavan totalmente las manos en caso de una avería de motor a consecuencia de este trucaje del motor, y la garantía del coche queda anulada. En caso de accidente las cosas se pueden poner muchísimo peor, pues los peritos cuentan con software de forensics que detecta si han habido modificaciones en el software del vehículo. Lo dicho, cada cual que decida.