No quiero asustar a nadie, pero os cuento parte de mi experiencia.
He estrenado dos Tucson en menos de 1 mes, ambos diésel tecno 1.7. El primero lo saque a fianales de octubre, y lo llevaba muy suave, sobre unas 1500 revoluciones aprox, no siempre, pero la mayoría de las veces. Quería sacar consumos muy bajos. Resulta que en menos de 24 horas, con unos 200 km solo, se encendió una luz del panel de instrumentación, que era como un motor color amarillo anaranjado.
Siguiendo las instrucciones del manual, tuve que llevarlo al concesionario para ver de que se trataba. Pues al parecer en el taller me dijeron que se había jodido "el sensor de temperatura de oxigeno del filtro de particulas" , que podia seguir dandole uso normal , pero que si notaba perdida de potencia, que no me asustara. Con todo esto en mi cabeza, y siendo un coche completamente nuevo, pisar un taller era lo ultimo que pretendía hacer. Pues decidí devolverlo con el compromiso Hyundai.
Finalmente, me gustaba tanto este modelo que hace 2 semanas saqué un segundo Tucson ( además mas barato) en otro concesionario, y decir que lo he llevado a 2200-2500 revoluciones y que va perfecto, con la consecuente subida de consumo como es lógico, pero también noto que el motor lo agradece y responde mejor.
Conclusión , cuidado con bajar mucho las revoluciones porque puede acarrear problemas con el filtro de pártículas ( en los diésel claro) o podéis notar que el coche se "acomoda" a ese ritmo. Mi consejo es que le deis alegría de vez en cdo.
Un saludo Tucsoneros.