Prueba lo siguiente. En un coche de hace seis o siete años, con cierre automático de ventanillas. Deja una ventana abierta, pon una mano entre el cristal y el marco y dale a cerrar. Aguanta como una fiera a ver si el cristal se frena o te atrapa la mano. No metas otra parte del cuerpo para evitar problemas...

Si el cristal no se para y te hace daño en la mano... ahí tendrás la respuesta a que no sean automáticas, como en muchos otros coches modernos. Era más normal hace diez años que ahora, porque ahora es obligatorio que tengan sensores antiatrapamiento y, con todo, las compañías no quieren pleitos por niños ahogados con ventanillas de cierre automático.