No sé, personalmente no me haría gracia que el coche se apague si la llave no se encuentra cerca. Que no arranque, como es el caso, lo veo favorable a nivel de seguridad. Pero que se pare podría tener consecuencias negativas según el contexto. Si por la razón que fuera, bien porque la llave se queda sin pila, o se coloca en alguna bolsa que pueda hacer pantalla o circular o estar en una zona donde haya inhibidores de frecuencia que bloquee la comunicación con el vehículo, que éste se apague cuando vas en movimiento puede suponer un serio problema de seguridad. Habría que establecer en este caso condiciones de si el vehículo está en movimiento. Pero es sólo una situación de muchas que se pueden dar. Siempre se puede añadir capas y capas de verificación para evitar estas situaciones pero incrementaría los costes, complicaría innecesariamente el sistema y un sistema complejo es, a la larga, un sistema inseguro.
El tema del código de seguridad para arrancar el vehículo sin llave parece útil. Pero se me plantean algunas dudas. Para empezar... asumiendo (y ya empezamos asumiendo) que eres el propietario del vehículo, ¿cómo has accedido al interior?. En teoría, si te alejas con la llave el coche se cierra. Las ventanillas no suben pero ese es otro cantar. Por otro lado, permitir el arranque a través de la interfaz del navegador introduce otra posible vulnerabilidad y es que posibilitas vía software el arranque del vehículo. Ingeniería inversa sobre el software podría revelar formas de forzar el arranque sin siquiera disponer del código apropiado y con la capacidad de comunicación inalámbrica del navegador, explotar esa vulnerabilidad remotamente. El sistema BlueLink en Estados Unidos permite entre otras cosas arrancar el vehículo desde el móvil así que no es algo imposible pero si abre la puerta a una fuente de problemas por parte de terceras personas.
Estamos de acuerdo en que se pueden mejorar muchas cosas y que las aquí propuestas pueden ser muy útiles, pero hay que tener en cuenta las implicaciones a nivel de seguridad que pueden acarrear que quizá nosotros no solemos parar a pensar pero que seguro que estas compañías se toman en serio. Estas consideraciones se suelen traducir en dinero en el momento de la compra del coche.
