Pues fue muy sencillo en realidad. Cabecero apoyado en el suelo boca abajo, y las "puntas" a su vez apoyadas en una madera plana. Hice fuerza -con el pie- hasta que cedió un poco la estructura, lo justo para enderezarse unos grados. No fue mucha cosa.
Si tienes acceso a un tornillo de banco sería más sencillo todavía. Agarrando las puntas metálicas del reposacabezas en las mordazas del tornillo, podrías ejercer presión sobre el cabecero del mismo empujando, y cedería. Es cosa de un centímetro o poco más, pero se nota muchísimo luego en la posición de la cabeza, al perder parte de esa inclinación excesiva con la que vienen algunos.