Conducir un automático es vivir en otro planeta. Recuerdo cuando me compré mi primer automático, como siempre, te dan en reserva el coche cuando lo sacas del concesionario y lo primero q hice fue ir a una gasolinera. Cuando llegue a la altura de los surtidores, el frenazo q pegué fue de campeonato, pues siempre en un marchas normal pisas el freno y el embrague a la vez. Me ocurrió alguna vez más sin consecuencias hasta q el cerebro se adaptó . Recuerdo también el consejo q me dio el comercial cuando lo probé la primera vez, "quítate el zapato izquierdo para ser consciente de que no debes usarlo" y me funcionó. Una vez q pruebas un automático no quieres otra cosa, tienes un mayordomo que te ayuda en todo, es sencillamente algo q debiera estar generalizado y creo q evitaría incluso accidentes ya q solo debes estar pendiente de lo q ocurre a tu alrededor.